MGID

lunes, 15 de mayo de 2017

Un diente de Ajo puedes reparar tu cristal roto; Mira como ellos lo hacen Los talleres no quieren que sepas esto, pero con

Cuando vamos en coche siempre deseamos que el viaje salga bien, pero en ocasiones suceden cosas inesperadas que pueden ponernos en el mayor de los aprietos.

Como ejemplo podemos poner una situación en la que nos quedamos sin gasolina; tenemos el indicador en el salpicadero por lo que es muy difícil no darnos cuenta de que el nivel ha bajado tanto. ¿Y qué decir si vas a mitad de camino y alguien se ha dejado la documentación en casa? Se le suele echar la bronca a ese individuo, pero hay que dar media vuelta para recogerla.

Los talleres no quieren que sepas esto, pero con un diente de ---Ajo--- puedes reparar tu cristal roto; Mira como ellos lo hacen!



Sin embargo, hay algo que puede pasar y que para nada es divertido: estamos hablando de tener un accidente. Tener un choque con otro coche o salirte de la calzada para caer rodando a lo largo de un barranco es algo que no desearíamos ni a nuestro peor enemigo. Si el choque no es lo suficientemente fuerte seguramente salgamos con vida, pero el coche posiblemente sufrirá las consecuencias del impacto. En el artículo de hoy aprenderemos a arreglar una de estas roturas tan frecuentes

Los cristales, aparte de estar presentes en los coches, forman parte de muchas de las estructuras que componen el mundo civilizado: ventanas, vidrieras, espejos… También existen envases de este material, pero hoy no viene al caso hablar de ello. El tema que nos ocupa se refiere a uno de los accidentes más comunes en lugares con un gran número de cristales; por supuesto estamos hablando de las roturas. Normalmente nos llevamos las manos a la cabeza cuando suceden, ya que pensamos que no existe solución posible.

¿Cuántas veces en nuestra infancia nos ha ocurrido que hemos roto el cristal de un vecino jugando a fútbol y hemos tenido que pagarlo? Pues en innumerables ocasiones. Lo mismo ha pasado cuando tirábamos piedras y le dábamos sin querer a un coche o a un espejo: si nos pillaban haciéndolo las consecuencias podrían ser fatales. Este material es muy sensible y en ocasiones al mínimo impacto su estructura se ve seriamente dañada. Antes no sabíamos cómo resolver estos accidentes, ahora ya sabemos la respuesta…

A continuación hablaremos de uno de los alimentos que más presentes están en nuestra cocina,
el ajo. Esta verdura otorga un sabor bastante especial a nuestras comidas; a menudo es tan fuerte que muchas personas ni siquiera pueden soportarlo. En resumen, gracias al ajo los seres humanos hemos desarrollado una gastronomía la mar de interesante, ya que este producto puede encontrarse en alimentos como las angulas al ajillo, la sopa de ajo y el pollo al ajillo. ¡Ya se nos está haciendo la boca agua!.

Tenemos constancia de que hace más de 6000 años los seres humanos conocían el ajo y todas sus virtudes. Esta verdura tiene un componente nutricional muy importante, tanto que es bueno para la vista y la piel, aparte de ser un antioxidante bastante popular. Sin embargo, hace poco se ha descubierto una enorme utilidad para este alimento; es algo que nadie se había imaginado nunca: ¡podemos arreglar cristales rotos con él! Gracias a este remedio se podrán solucionar muchos conflictos sin necesidad de enfadarnos con nadie o gastar mucho dinero…

Mediante la aplicación de un simple diente de ajo podremos solucionar uno de los problemas que aparecen con más frecuencia en nuestra sociedad; la rotura de un vidrio o cristal.

No se trata de algo milagroso, sino que más bien es un parche para que nos de tiempo a ir a la tienda a comprar un cristal nuevo. No estamos descubriendo la solución a todas las roturas, pero gracias a él podremos disimular un poco el estropicio que hemos provocado. ¿Pero cómo es posible que una verdura pueda hacer eso? Todo está relacionado con su estructura interna.

El ajo es rico en varios nutrientes importantes, tales como vitaminas, proteínas y vitaminas, pero aparte de ellos contiene en su interior unos glúcidos denominados fructanos. Estos compuestos hechos de sacarosa provocan, por ejemplo, que la tijera se quede pringosa después de partir una serie de ajos. Y es que podría decirse que esa sustancia se trata de una especie de pegamento milagroso. ¿Cuál es el método para reparar esos cristales rotos? Pues es bastante sencillo, todos podemos hacerlo en casa…

Si encontramos un vidrio que está un poco dañado, únicamente tenemos que partir un diente de ajo por la mitad y comenzar a frotarlo por el lugar que esté dañado. Por supuesto, hay que hacerlo con bastante paciencia y con sumo cuidado, ya que con un frote excesivo nuestro cristal podría romperse aún más. Lentamente vamos restregándolo arriba y abajo hasta que la rotura quede bien impregnada de esa sustancia tan milagrosa. Por último si hay líquido sobrante podemos usar un papelito para limpiarlo.

¿Y cuál es el funcionamiento de los fructanos?
Pues poco a poco van penetrando en los agujeros y en las grietas, poniendo fin a la rotura y evitando que todo vaya a mayores. Por supuesto este remedio será inútil cuando el cristal se encuentre roto casi por completo; en ese caso lo mejor será ir a la tienda especializada y comprar uno nuevo.

Sin embargo, si la rotura es pequeña esta solución tan original provocará que todo transcurra con normalidad. Todavía debemos aprender mucho de nuestros alimentos… Todavía no hemos probado este método, pon en comentarios si te ha servido a la hora de reparar tu cristal más preciado. ¿Quieres conocer los mejores métodos para solucionar ese problema tan frecuente? Solamente necesitas avanzar un poco más…

                                    NO DEJE DE VER ESTE VÍDEO
            

No hay comentarios:

Publicar un comentario

MGID