El psicólogo Satoshi Kanazawa de la escuela de Ciencias Económicas de Lóndres, es el responsable de esta conclusión basándose en la idea de que el comportamiento fiel de un hombre es una señal de la evolución de su especie.
“Los hombres inteligentes valoran la exclusividad sexual. Ellos no suelen tener deslices ni aventuras y tienden a valorar mucho más las relaciones estables”, aseguró Satoshi.
Su estudio no sólo se centró en la fidelidad, sino que abarcó termas relacionados al coeficiente intelectual y cómo está vinculado por conceptos y actitudes cotidianas, como la religión, relaciones de pareja o ideas políticas.
Para Kanazawa, asumir una relación monogámica supone una "novedad evolutiva", en oposición al hombre primitivo, que era propenso a la promiscuidad. Según este razonamiento, las personas más inteligentes tienen a adoptar prácticas más nuevas, por lo tanto, serían "más evolucionadas".
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A propósito de una persona infiel, algunos estudios aseguran que las personas inseguras y ansiosas son las más propensas a ser infieles.
La investigación a cargo de Michelle Rusell, psicóloga de la Universidad Estatal de Florida, determinó que las relaciones donde uno o ambos integrantes muestran signos de “apego ansioso”, es decir, temor al abandono, son más proclives a registrar el engaño al cónyuge.
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